martes, 23 de agosto de 2011

Psicodrama: una alternativa educativa.


El psicodrama fue el resultado de un largo proceso, muy relacionado con la vida y la búsqueda personal de su creador el médico-psiquiatra rumano-vienés Jacob Levy Moreno (1889-1974).

El cuestionamiento básico de Moreno se dirigió hacia una sociedad que tiende a reprimir en lugar de estimular la espontaneidad y la creatividad, una sociedad que privilegia el producto en detrimento del acto creativo, y una sociedad que limita a cada ser humano en lugar de ser el espacio que le permita desarrollarse.

El psicodrama es una modalidad educativa práctica; es además una forma de promover, encauzar y propiciar el crecimiento personal. Finalmente, es un método terapéutico aplicable a niños, jóvenes y adultos.

Como modalidad educativa, el psicodrama tuvo sus orígenes hacia 1911 en Viena. Desde 1908, Moreno solía observar a los niños en sus juegos en los jardines y parques de Viena. Notó entonces que los niños ensayaban roles familiares y culturales como los de mamá, papá, rey o reina, policía, etc. También notó que los niños usaban la fantasía representando roles de mitos o fábulas que más correspondían a sus necesidades o frustraciones. Con ellos empezó a usar la técnica del juego de roles (role playing) como medio para ampliar o corregir su percepción personal, haciendo que los niños se pusieran en el papel de sus padres o maestros y así vieran las cosas desde otro punto de vista.

Como forma de desarrollo y crecimiento personales, Moreno aplicó métodos psicodramáticos en su "Teatro de la Espontaneidad", cerca de la Ópera de Viena, entre 1921-1923. Grupos de actores y actrices que trabajan con él representaban con espontaneidad y sin ensayo temas sugeridos por el público presente. Algunas veces personas del público subían al escenario a representar ciertos papeles de los personajes envueltos en el tema. El público presentaba temas no sólo por lo novedoso, sino también por su relación consciente o inconsciente con los mismos. Al igual que los niños, los adultos usan su imaginación o la representación de ciertas escenas para acercarse a un problema en el que se sentían involucrados. Al mismo tiempo, la representación espontánea de personajes y escenas, al parecer extraños al auditorio, les sirve para ampliar sus experiencias imaginativamente y para practicar varios roles sociales, culturales y políticos.


Tanto a los niños como a los adultos, la representación de ciertos roles conlleva a la satisfacción parcial de necesidades o deseos reprimidos por la educación familiar o por las restricciones sociales y culturales. De ahí que pronto el psicodrama se ha convertido en un efectivo método terapéutico.

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