jueves, 29 de septiembre de 2011

MÉTODO ERICA DE DIAGNÓSTICO Y EVALUACIÓN DEL JUEGO EN LA ARENA





En muchas ocasiones, el juego ha sido catalogado como el territorio entre el mundo real y el mundo interno de los niños. Es decir ese vehículo que le permite a los pequeños expresar todos aquellos sucesos o situaciones que no pueden verbalizar, ya sea por desconocimiento de la gramática, deficiencias lingüísticas, falta de madurez o bien, debido puramente a la intensidad o gravedad del trauma.

Debido a ello, a finales de la década de 1940, la Fundación Erica de Estocolmo desarrolló e implemento un novedoso método de evaluación, denominado Método Erica, el cual permitía evaluar el funcionamiento psicológico y las dinámicas internas de los niños a través de la utilización de arena y juguetes estandarizados.

El Método Erica recibió su nombre a partir de la denominación científica de la planta Erica Telralix, la cual se caracteriza por su fortaleza y robustez, al tiempo que destaca también por la producción de una flor suave, rosa y muy hermosa. Según Sjolund y Schaefer, el Método Erica parte entonces de una combinación de la observación estructurada y la intuición clínica, junto con la solidez de una observación formal basada en la realidad, con la delicadeza y fragilidad del contacto empático con el niño (1994).

PROCEDIMIENTO Y TÉCNICA

El Método Erica ha sido utilizado por muchos profesionales de la salud mental para el tratamiento de patologías y orientación infantil; así como también se considera como un procedimiento efectivo para la comunicación con los niños. Se utiliza por lo regular con niños que comprenden entre los 3 y 12 años de edad. Sin embargo, se ha comprobado que este método ha sido efectivo también en adolescentes y adultos. En realidad, el único requerimiento para la realización de esta evaluación es que la persona esté abierta a la oportunidad de proporcionar Gestalt a sus experiencias vitales, sin necesidad de usar la palabra para comunicarse.

El carácter no verbal de esta evaluación, permite el acercamiento y comunicación con poblaciones limitadas por razones de desarrollo o impedimento. Se ha comprobado ser sumamente efectiva en niños con deficiencias auditivas y sordera. Así mismo, niños que han sido severamente maltratados y que puedan tener problemas para analizar sus experiencias, pueden encontrar en éste método un canal efectivo de comunicación y expresión.

La técnica se fundamenta argumentando que a través del juego, los niños aprenden, crecen, desarrollan capacidades, anticipan cambios y se recuperan de sus problemas. Para ello, utilizan materiales de juego, los cuales vienen a ser contingentes y circunstanciales, a fin de expresarse y liberar las tensiones. Los escenarios de juego se convierten en el “mundo” de los niños, en una expresión del microcosmos social, en la cual los niños experimentan los beneficios de la expresión y proyección que facilitan su desarrollo. Al mismo tiempo, esta expresión permite que los niños logren superar la adversidad de la vida y abrirse al conocimiento de sí mismos, dando también como resultado una efectiva relación con los demás.

Si bien, el Método Erica representa un método de evaluación proyectiva, es claro que presenta un panorama en el que ubica y figuran claramente los principios de la Escuela Gestalt:

*      Principio de semejanza: el niño agrupa los elementos similares en una entidad dependiendo de la forma, tamaño color y aspectos visuales de los objetos. Así, el niño podría representar al padre a través de una figura fálica (serpiente, cañones, etc.).

*      Principio de proximidad: el niño agrupa parcial o secuencialmente los elementos basado en la distancia. Con esto se puede ver que los niños a través de la distancia de las figuras representa un distanciamiento emocional o diversos estados de ánimo.

*      Principio de Simetría: las imágenes simétricas se perciben como iguales, como un solo elemento en la distancia. A través de esto, el niño asocia figuras parecidas en forma en una categoría particular. Ejemplo de esto sería el catalogar caballeros como buenos o figuras punzantes como dañinas o malas.

*      Principio de Continuidad: se refiere a los detalles que mantienen un patrón o dirección tienden a agruparse juntos, como parte de un modelo. Ante esto, los niños, a lo largo de la elaboración de mundos en la arena, realizan patrones emocionales o comportamentales que no solamente encajan en su aquí y ahora, sino que elaboran una historia acerca de conflictos importantes y trascendentes.

*      Pensamiento holístico: el todo es siempre más que la suma de sus partes. Los elementos o figuras de forma individual no muestran un significado o connotación trascendental. Es el “mundo” elaborado por el niño en su totalidad que representa un concepto claro del aquí y ahora del niño.

*      Principio de relación figura fondo: establece el hecho de que el cerebro no puede interpretar un objeto como figura o fondo al mismo tiempo, por lo que dependiendo de la percepción del objeto será la imagen a observar. Un ambiente hostil será plasmado por el niño en la caja de arena en la forma en la que percibe el mundo real.

Para ejecutar una evaluación diagnóstica a través del Método Erica, se ingresa al niño en la sala de juegos, se le presentan los juguetes ordenados en repisas divididas en 12 compartimientos. Se clasifican los juguetes en 10 categorías que comprenden en:

1.      Soldados, vaqueros e indios.
2.      Otras personas.
3.      Animales salvajes.
4.      Animales de granja.
5.      Vehículos de transporte.
6.      Materiales para la guerra.
7.      Construcciones.
8.      Verjas.
9.      Casas y árboles.
10.  Objetos para interiores.

Se colocan las figuras de los pacíficos a los agresivos sobre los ejes verticales. Sobre los ejes horizontales se les acomoda de acuerdo al criterio de movilidad, actividad o estática. Así mismo, se proporciona un trozo de arcilla para que el niño pueda elaborar alguna figura que no se incluya dentro del repertorio de figuras del terapeuta. Así mismo, se cuenta con el elemento principal de la evaluación, las cajas de arena, las cuales contienen arena, una completamente seca y otra húmeda.

Se le solicita al niño realizar un “mundo” o “construcción” en las cajas de arena. Se le explica que puede hacer uso de todas las figuras que puede ver en el salón y que puede también hacer uso de la arena que guste, la seca o la húmeda, o de ambas si quisiera hacerlo.

Durante la evaluación, el terapeuta funciona como un observador activo, empático y disponible para el pequeño. Sin embargo, no realiza comentario alguno o interpretación del juego del niño en su presencia. Las preguntas realizadas por el niño, el terapeuta intenta reflejarlas hacia el pequeño tanto como sea posible, con la intención de que sea él quien entienda y descifre sus emociones, conflictos o situaciones suscitadas.

La evaluación no debe durar más de 45 minutos. En caso el niño decidiera terminar antes del tiempo establecido la construcción de su “mundo”, se debe respetar la decisión del pequeño y finalizar la evaluación presencial del niño para proceder al análisis de los elementos y situaciones plasmadas en las cajas de arena.

INTERPRETACIÓN DE LOS ASPECTOS FORMALES

Existen 6 aspectos o factores que se analizan en los “mundos” que los niños crean en la arena. Estos aspectos son:

1.      Selección y tratamiento de la arena.
2.      Número de juguetes y categorías que se utilizan.
3.      Nivel de desarrollo dentro del juego en la arena.
4.      Cambios y correcciones elaborados durante las construcciones de los mundos.
5.      Límites de tiempo.
6.      Niveles de la composición.

El tipo de arena utilizada, seca o mojada, dependerá mucho de la actitud y personalidad del niño. Así mismo, un número menor de 35 juguetes utilizados, conllevaría a diagnosticar un mundo vacío y posibles carencias afectivas. Por otro lado, un número mayor de 70 figuras corresponde a un mundo caótico y desfigurado. En otra instancia, los cambios y correcciones realizadas en la arena pueden significar, si están orientados a objetivos, una buena adaptación a la realidad y una buena autocrítica; mientras que si no están orientados a objetivos y son sumamente frecuentes, puede denotar un sentimiento de no ser suficiente o una muy elevada auto crítica.

El respeto del tiempo se considera el establecimiento de límites y manifestaciones de creatividad y dinamismo. Un niño que realice su construcción en un tiempo extremadamente reducido, denotará una escasa creatividad y dinamismo; mientras que un niño que demore más de 45 minutos y no desee finalizar su construcción luego de este tiempo, denota una falta de límites y una posible desorganización y desestructuración de la personalidad.

Por último, en los niveles de composición se ponen de manifiesto los agrupamientos extraños o situaciones caóticas representadas por el niño en los escenarios de arena. Todos estos 6 aspectos mencionados anteriormente, se agrupan y se analizan a lo largo de varias sesiones, lo cual permite que el terapeuta observe patrones en las representaciones del niño y conocer así las Gestalt que el pequeño maneja en su aquí y ahora.

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