A lo largo de la humanidad, los monstruos y las figuras fantásticas han representado una manifestación clara del inconsciente colectivo del ser humano. No es raro que en las distintas culturas alrededor del mundo, existan deidades, monstruos, héroes o criaturas que, si bien tienen alguna variación, representan una misma idea y cumplen con una función muy parecida. A menudo, estas figuras vienen a ilustrar los miedos, deseos, incertidumbres y curiosidades del ser humano, según la época y cultura en la que se hayan creado. Algunos son sumamente aterradores y grotescos como el minotauro, mientras que otros vienen a ser más agradables y mágicos como las hadas.
Los monstruos y criaturas fantásticas, pueden servir en la terapia para ayudar a los niños a manifestar sus miedos e incertidumbres. Así mismo, pueden ser elementos que revelen el inconsciente del niño de una forma sumamente clara y puntual, y pueden ser una herramienta para conocer cómo se percibe el niño ante el mundo y cómo se identifica o se desliga completamente de ser un monstruo. Debido a ello, es también importante considerar en terapia imágenes como las que se muestran a continuación:
No hay comentarios:
Publicar un comentario